Con «Bufón» y «La verdad de los pies», Córdoba muestra la calidad de su teatro

Las dos obras demostraron la capacidad de la escena mediterránea en la 31a. Fiesta nacional del teatro
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TELAM 01/06/2016 16:49

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La provincia de Córdoba llegó a puntos altos con «Bufón» y «La verdad de los pies (Estudio equívoco sobre el comportamiento humano)», dos obras que demostraron la capacidad de la escena mediterránea en la 31a. Fiesta Nacional del Teatro, que se celebra en San Miguel de Tucumán hasta el domingo 5.

Organizada por el Instituto Nacional del Teatro en forma conjunta con el Ente Provincial Bicentenario y la Municipalidad de San Miguel, la Fiesta está presentando 33 espectáculos oficiales además de varias obras invitadas y actividades paralelas, algunas con entrada libre y gratuita.

La actriz Julieta Daga deslumbró al público con su unipersonal «Bufón», con dramaturgia y dirección de Luciano Delprato, en el que desplegó una fascinante colección de recursos histriónicos en busca de la risa y la reflexión.

Definido su personaje como una «princesa cartonera», la actriz aparece en una suerte de castillo-basural, con un secador de piso a la manera de cetro y un aparatoso vestido elaborado con desperdicios, al que Daga maneja con gracia y funcionalidad y, a la manera bufonesca, extrae datos de la realidad y la actualidad para lanzar sus dardos.

Nadie queda afuera de su vitriolo, incluidos los espectadores, que van siendo contados y descriptos cuando ingresan a la sala, ni tampoco los funcionarios de distinto pelaje que van siendo aludidos dentro de un torbellino de situaciones dramáticas que evidencian un tiempo de incertidumbres.

Con una mezcla de ingenuidad y perversidad en ciertos gestos -utiliza la voz con algo de canallesco y sobrador, como una figura de la marginalidad, que recuerda el tono usado por Karina K en su musical sobre Yiya Murano e incluso se estira hasta la Violencia Rivas de Capusotto-, Daga dispara digresiones de todo tipo, incluye un fragmento de «Hamlet» y hasta canta el tango «De mi barrio» con una entonación inesperada.

Otra de las virtudes es que entre la interpretación y el diabólico vestuario uno dude al principio del género del personaje, ya que en la realidad Julieta Daga es una mujer joven y bonita, lo que demuestra que el arte es capaz de todo cuando se lo sabe usar.

«Bufón» es uno de esos espectáculos que sueltan al espectador hacia el verdadero disfrute, la risa liberadora, el juego de la inteligencia, y es una pena que no goce de una gira obligatoria por el país y sea, por el momento, un privilegio de los cordobeses.

Otro acierto resultó «La verdad sobre los pies», con dramaturgia colectiva y dirección de Jazmín Sequeira, un espectáculo juvenil, con mucho rock y cierta psicodelia protagonizado por Ana Margarita Balliano, Carolina Cismondi, Gabriel Pérez y Martín Suárez, un verdadero «punch» a la platea que trata sobre la identidad o, más que nada, la filiación.

Se utilizan diversos lenguajes, algunos ininteligibles, superados por el sonido ambiente o la música, en la que el cuarteto ofrece una demostración de técnicas vocales y físicas verdaderamente admirables.

Con una estructura quebrada y totalmente arbitraria, es una suerte de caleidoscopio de episodios que se fragmentan y se cierran sin resolver, un verdadero muestrario del comportamiento de las personas en forma de danza-teatro o teatro-danza, ya que es imposible advertir el porcentaje entre esas disciplinas.

Hay un elemento de teatro de objetos -una muñeca utilizada en la representación de un parto perteneció a El Periférico de Objetos- y la suma de esos asuntos conforma una hora de calentamiento emocional que, como pocas veces, concitó la alegría del público.

A pesar de su eclecticismo, «La verdad…» contiene momentos que pueden seducir a cualquier clase de público; no apela a lo hermético ni a lo banal, y allí está el baile de los dos varones para dejar a más de uno con la boca abierta, con esa forma de caer, enrollarse y luego producir saltos imposibles para cualquier mortal.