Experimentar treintaveinticuatro es un trabajo de investigación editorial que comenzamos María Pía Reynoso y Gabriela Halac cuando trabajábamos juntas en Ediciones DocumentA/Escénicas a comienzos del 2006.
Estos libros intentan reconstruir parte de la memoria colectiva, y este texto, la memoria de un proyecto largo e intenso.

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Galería de Fotos de la muestra en CEPIA 24/03/2008

En mañanas de charlas sobre la memoria de la última dictadura militar argentina y la conmemoración de los 30 años del último golpe de estado argentino, comenzamos a preguntarnos como editorial ¿Qué deberíamos editar?, y la respuesta que surgió fueron libros en blanco para reconstruir desde la diversidad de voces la memoria de esos años.
Queríamos perder el «control» de lo que debía ser publicado y abrir el juego, generar un espacio de escritura colectiva. Pensamos mucho en la censura, en la palabra legitimada, en cómo no caer en esa misma situación de recortar, aislar la problemática con nuestra perspectiva.
Decidimos entonces desarrollar un proyecto de «investigación editorial», centrado en la idea de construcción de una memoria colectiva. El libro a editar no sería uno, sino cincuenta, y su contenido tampoco sería único, sino páginas en blanco para ser escritas por muchas personas, incontadas y desconocidas.

Para extendernos más allá de nosotras mismas, para exheder nuestro círculo de invitados a escribir, decidimos incluir la figura de los tutorers de estos libros, a los que les decíamos algo más o menos así:

Estimado tutor de libro:
Experimentar treinta veinticuatro es un trabajo sobre la conmemoración de la dictadura que comenzó en la
Argentina el 24 de marzo de 1976. Desde una pequeña editorial radicada en el la ciudad de Córdoba (Argentina),
nos pusimos a pensar en la manera de abordar este tema desde el lugar que ocupamos.
Por ello, proponemos escribir como ejercicio de construcción de sentido, como modo de apelar a lo propio para
llenar los silencios, las censuras, los vacíos. Algo personal pero algo público también, desde el momento en que
puede pensarse uno mismo a partir de la escritura-lectura del otro.
Invitamos llenar una o dos de las páginas en blanco de este libro con su experiencia, su visión de los
acontecimientos, una pequeña historia, una duda, una reflexión, y que invite a su círculo a escribir también.
El libro está bajo su tutela, usted será el único testigo de su recorrido, el cual finalizará en el término de 15 días
al ser entregado a la editorial.
Poner en palabras memorias es dotarlas de existencia y abrir la posibilidad del diálogo, al encuentro, al
reconocimiento de las diferentes voces.

Algunos puntos para llenar el blanco de lo subjetivo
1) 24 de marzo
2) 30 veces 24 de marzo
3) El significado personal del 24 de marzo
4) Argentina
5) Preguntas
6) Respuestas
7) Dictadura
8) Democracia
9) Cosas que sabemos, cosas que ignoramos
10) Cosas que está bueno decir
11) Rastros de lo vivido
12) … … …

De lo concreto
Escribir con letra clara – No es necesario poner el nombre pero sí la edad y las actividades que realiza.
Se puede conversar con textos que ya fueron escritos en el libro Recuerde que algunos de estos textos serán
seleccionados para una publicación posterior. Gracias.

Contamos con la colaboración incondicional de los tutores que hicieron circular los libros.
Entre ellos contamos a Hugo Vidal, Aníbal Buede, Mariana Mandacovic (CISPREN), Alberto Ligalupi,
Daniela Martín, Cipriano Argüello Pitt, María Paulinelli, Emanuel Rodríguez, Oscar Navas, Edgardo Litvinof,
Carla Ciarapica y Patricio Debiase, Susana Fiorito y sus colaboradores de la Biblioteca Popular Bella Vista,
Silvina Monserrat, Magdalena Aguiar, Jaime Díaz Gavier, Mariana Gómez, Guillermo Rolando,
Sonia Lizarriturri, Daniela Reynoso entre otros.
Algunos libros quedaron en espacios públicos para su escritura: el centro de estudiantes de la ECI, Feria del
Libro 2006, Niú Fest, grupo de estudios sobre la memoria del CEA, DocumentA/Escénicas, Jornadas
Universitarias de didáctica de la actuación (Mendoza 2006).

Epílogo

Lo cierto es que esos quince días no fueron quince. Algunos libros aún están circulando, otros fueron perdidos o
robados. Igualmente ese era el riesgo que queríamos asumir. Hubo tutores que hicieron un trabajo que excedió
sus vínculos personales y tomaron el libro como un modo de desarrollar esos vínculos a partir de datos sobre
personas que «tenían una historia para contar». Eso es fundamentalmente experimentar treintaveinticuatro,
un espacio colectivo, que vincula, que revela la imposibilidad de decirlo todo, que desnuda la necesidad de
seguir construyendo esa narrativa fragmentada e inacabada.
Estos libros contienen testimonios, historias, impresiones, poesía, obras de arte visual, que surgen de pensar
en ese tiempo, en la recuperación que cada una de las personas que pasaron por estos libros quiso,
se le ocurrió hacer.
Del 2006 ahora pasó mucho tiempo, sin embargo este proyecto tiene vida propia y exponerlo, compartirlo,
acercarlo es la forma que adquiere naturalmente, aunque será siempre un proyecto que se abre en nuevas y
posibles escrituras y lecturas.
Epílogo

Gabriela Halac, Córdoba, marzo de 2008

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